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jueves, 28 de febrero de 2013

Incertidumbre

Nos encontramos entre edificios que datan del siglo XVIII, el ruido de los autos, los murmullos de las personas que transitan por las principales avenidas, la presencia de los caminantes en los pasillos de los portales permite distinguir el choque de las tazas de café entre el rechinar de los cubiertos de los comensales.


Todos en su mundo denotan de manera inconsciente  las campanadas de la impresionante catedral como testigo del encuentro añorado hace un par de años. No sé cuál será la reacción de ambos después de la distancia en la complejidad del tiempo y las coordenadas nos acercamos mutuamente mientras las parejas de novios reunidos frente a la plaza cívica de la ciudad esperan el momento indicado para ser la evidencia fotográfica en el arte de besar.


Mientra en el andar de cada paso se cuelan los recuerdos del último encuentro, percibimos la presencia de cada uno, sonreímos y el reencuentro culmina con un abrazo añorado desde hace tanto tiempo atrás. Decides solo caminar con la intención de recordar las amistades y sucesos de aquel lugar, revivir la cultura a la cual perteneces pero que a su vez te motivó a partir de ésta ciudad. Tan distintos somos y la visión te obligar a partir de donde viniste más te vas desconociendo lo que posiblemente se puede crear.


El dolor es constante y las circunstancias no ayudan de lo contrario el malestar generaría un estado de confort. No sé que suceda, no sé que me espera pero si es lo pensado orar es mi único consuelo. Hace un día que partiste, hace unas horas se formaron en mi mente un sin fin de posibilidades, sin embargo ahora que sé de tu ausencia solo me queda esperar durante esta fría noche lo que está por venir para el resto de mi vida.


jueves, 21 de febrero de 2013

Un plus.

Sentados frente a ti nos exaspera el pensar en qué momento culminará, no por la presencia de ese ser
sino por el menoscabo de las disposiciones burocráticas que aquejan una transformación lejos de suceder.
Entre risas y palabras nos dejamos llevar, no nos queda otra opción más que dar el "plus".

Cada uno de nosotros hemos abandonado una parte de sí, entre el placer y la obligación se absorbe un instante de estrés más que de confort. Hemos abandonado los encuentros familiares, las visitas entre amigos, las distracciones, el tiempo del café, la lectura, las melodías en la PC para dar paso a lo que dicen algunos: "hacer lo que nos corresponde".

Te levantas, tomas una ducha, conduces, vas al trabajo, apenas si pruebas un bocado y el tiempo no te espera, respiras y continuas en tu andar, cumplir con una formación profesional y la fortuna de contar con doble jornada, das un último "trote" con la intención de dar seguimiento a tu verdadera vocación, llegas a casa dispuesto a descansar y recuerdas el memorándum de tus pendientes; dar paso atrás no son tus convicciones, tomas los libros, las notas y abordas todos los deberes por cumplir; se acerca la media noche y con ella tu ordenador y una taza de café.

Decides tomar un descanso porque es necesario para el organismo mientras peleas contra el insomnio lo vences justo pocas horas antes de volverte a levantar. Sin pensarlo ni meditarlo, tienes en mente solo un presente: 
¡DAR EL PLUS!

=)

jueves, 14 de febrero de 2013

Una tarde...


Veintinueve los aquí presentes, sentados cada uno sobre un pupitre tapizado con bocetos infantiles acordes a los ocupantes del lugar pero para quienes ahora turna el tiempo dirigen su atención a tan coloridas imágenes a pesar de que solo han transcurrido sesenta minutos desde que los asientos rígidos fueron usurpados.

El diálogo fluye entre unos cuantos - sustentabilidad - comentan unos, -cambio climático- comentan otros, y el vagar de las miradas de los restantes observan detenidamente las altas y antiguas paredes del siglo XVIII, el aire crispante se cuela entre los pasillos y el paisaje blanco a causa de la espesa neblina nos trae recuerdos decembrinos cuando es febrero.

Por un instante, la fluidez de los comentarios se convierte en la mejor conversación del frío atardecer tras las ingeniosas personalidades y saberes de quienes replican las risas constantes del verdadero acontecer. Pasando tres horas, el ánimo revuela como un diente de león perdido en el aire por tener la certeza de encontrar una salida que los llevará a la más confortante estancia de su cálido hogar. 


Nos leemos próximamente   ;)

jueves, 7 de febrero de 2013

Coincidencias

Cuentan y dicen algunos que los momentos de Dios
son perfectos para cada uno de lo mortales.
La pregunta a tal aseveración es:
¿las coincidencias también se incluyen en el rango de la perfección?

Sin tenerlo pensado, sin tenerlo planeado
el tiempo-espacio colapsan en una misma coordenada
en el increíble andar de cada una de las partes
mientras que la cercanía y la distancia
se vuelven una a la vez.

 No obstante, los pensamientos se vuelcan en una ola de sensaciones
impulsadas por la curiosidad de saber qué fluye por la mente,
y las horas compartidas adquieren un tono
del cual quisieran se convirtiera en silencio;
por otra parte se escuchan nuestros planes sin que la distancia
sea la intersección del lazo fraternal que los une.

Meditan sobre el futuro pero no dejan de disfrutar el presente,
nada parece importar pero el instante que se sabía predecible,
en la afonía se torna evidente.
Sabemos no se volveran a ver, al menos hasta que la coincidencia
los logre reunir, crean planes en conjunto aunque al final
cada quien tome su propio rumbo.

Quien sabe el tiempo que los tome encontrarse
y así como el mundo conspiro en su encuentro;
de la misma forma los volverá a alejar.
Pero tenemos la certeza que guiados por la luna
se encontrarán algún día como lo hicieron en el momento
que sin tenerlo pensado Dios creó un punto
donde sus corazones recordarán caminos recorridos...


Nos leemos próximamente...

Buena tarde   =)